viernes, 24 de julio de 2020

Capítulo 06: Bollos de frijol rojo

  Índice | 

Jiang Haocheng llevaba una bolsa de papel mientras regresaba al complejo Zhao. En la bolsa había bollos recién salidos del horno. La fragancia que despedían desde una tienda de la calle lo había atraído y había comprado uno para probar. Había sido inesperadamente delicioso, la harina azucarada era muy elástica, el relleno de frijoles rojos no era demasiado dulce ni grasiento. Estaba delicioso. Inmediatamente compró otros más, para compartirlos a la con Xiaojiu.

Se había dado cuenta estos últimos días que Danning no comía si no tenía hambre. E incluso si le daban pan duro, lo masticaba sin expresión. Para ella la comida no era más que alimento para detener su hambre, nunca comía porque pensara que algo sabía especialmente bien. A veces, dudaba que ella fuera mujer, ¿qué clase de mujer le prestaba tan poca atención a la comida? 

Todas las mujeres que conocía amaban la comida, como su hermana mayor, que se apresuraba a visitar todos los restaurantes recomendados, y a veces lo arrastraba con ella. Mientras trabajaba, sus clientas hablaban sobre sus restaurantes preferidos y lo que les gustaba comer.

Conocer a alguien a quien no le importara lo que comiera, era muy extraño para él. Además de que Danning solía comer muy poco.

No era de extrañar que fuera tan delgada y ligera como una pluma. Lo sorprendente era que fuera más fuerte que él, aunque las muñecas de Danning eran más delgadas que las de él, podía agarrar fácilmente a un hombre grande y arrojarlo al suelo.

 Ayer salieron juntos y se encontraron con unos sujetos con apariencia de delincuentes que querían hostigarlos y tocarle el rostro a él. Danning les rompió los huesos y los lanzó a un costado.

Por desgracia, Haocheng era el que estaba siendo constantemente acosado y protegido, y aunque no era la primera vez que sucedía, no podía evitar seguir sintiendo cómo su masculinidad continuaba cayendo en picada.

Bueno, aparte de eso, descubrió que aunque Danning no comía en exceso, le encantaban los dulces. Por eso a veces él le compraba pasteles. Que aunque comía inexpresivamente, aún se los acabaría en pequeños bocados y lamería el polvo de azúcar de sus dedos.

Ayer, mientras caminaban, pasaron junto a un vendedor ambulante que vendía calabazas de azúcar. Notó que Danning se quedó mirando al vendedor ambulante un momento, pero después simplemente siguió su camino. En este momento, él sospechó un poco y compró algunas calabazas de azúcar para entregárselas.

Danning no las rechazó ni frunció el ceño. Cuando él le pedía que comiera más, ella le daba una expresión fría, pero se comía unos cuantos bocados. Lamió la calabaza de azúcar con su lengua rosa y abrió la boca para masticarla hasta que su mejillas se hincharon un poco. Aunque su rostro era inexpresivo, Haocheng pensó que se veía inexplicablemente linda.

Entonces a su Xiaojiu le gustan las cosas dulces.

Al darse cuenta de esto, compró más pasteles pequeños para ella y la observó comerlos sin objeciones. Fue bastante satisfactorio verla.

Cuando se había despertado esa mañana, ella ya se había levantado, así que él rodó sobre la colcha pensando en cómo se había comido a Xiaojiu, hambriento como estaba, aún así se dio los lujos de un catador. 

Las dos noches pasadas Xiaojiu se había acostado con él. Ella no se resistió a su amor, sus reacciones fueron honestas, crudas y entusiastas. Era tan exquisita que no podía tener suficiente de ella.

Se endureció al pensar en su deliciosa apariencia.

Mientras se revolcaba en el resplandor crepuscular, una voz fuera de la puerta lo hizo tensarse.

—Haocheng-gege, ¿estás despierto?~

Hundió la cabeza en la colcha y de repente le dió dolor de cabeza. ¿Es que esta chica no se cansaba de molestarlo? 

Pensó desesperadamente en algún método para evadir a Zhao Tianjiao, sabía que Xiaojiu podría ponerse celosa y eso no era nada bueno teniendo en cuenta que ella tenía una daga muy afilada. Pero no importaba cuánto intentara evitar a la niña, siempre aprovechaba para pegarse a él cuando podía. No importa lo rápido que corriera, ella lo atrapaba. 

—Haocheng-gege~

Nop. Tendría que huír, tendría que hacerlo o sino Xiaojiu se enojaría si regresa para encontrar a Tianjiao con él. 

Saltando de la cama, se vistió con cuidado y en silencio para salir por la ventana. Pensó en algún lugar a donde ir para no ser atrapado por Tianjiao, por lo que decidió salir del complejo Zhao. No tenía miedo de ser acosado nuevamente, ya que todos sus agresores debían estar en sus casas atendiendo las heridas que Danning les había causado el día anterior.

Después de media hora de mirar escaparates, compró algunos dulces y regresó al complejo. Mientras caminaba, se preguntó cuánto tiempo se quedarían allí. Zhao Tianlin no había aparecido en los últimos días desde esa discusión, debe haber sido que el golpe en su corazón fue demasiado, y no había venido a ver a Xiaojiu. Desafortunadamente Zhao Tianjiao no se parecía a su hermano y se mantuvo irritantemente pegada a él.

—Le preguntaré a Xiaojiu cuándo nos iremos...— Se dijo a sí mismo.

Mientras caminaba hacia las puertas, se encontró con Tianlin mirándolo sombríamente.

¿Qué era esto? Sólo había pensado en ese Zhao Tianlin y de repente apareció delante suyo.

Al mirar la expresión oscura de Tianlin, estaba claro que estaba buscando problemas. Haocheng se preguntó si debería evitarlo también. Ya no era el atlético y fuerte Jiang Haocheng; ahora era una débil gallina contra Zhao Tianlin, un maestro de las artes marciales. Un hombre celoso era algo terrible, quién sabía si trataría de matar a Haocheng.

Y como si pudiera sentir el miedo de Haocheng, Tianlin se burló.

¡Estaba siendo menospreciado!

Lo que Haocheng no podía tolerar era que lo menospreciaran. ¿Este chico apestoso creía que le tenía miedo? Los secuaces del general derrotado abrirían la boca de miedo. 

Haocheng no cambió su expresión; no se desvió porque la puerta estaba detrás de Tianlin. Pasó a Tianlin con cautela pero sin prisa. Aunque estaba nervioso, mantuvo la calma. Incluso sudando de nervios, era un joven apuesto. 

—Hao Yue.

—¿Si?— Haocheng se detuvo y se volvió hacia Tianlin.

—La reina de las flores de Lin Xian Lou, que es solo un prostituto barato que bebe con otros hombres.— Se burló Tianlin con desprecio.

Zhao Tianlin había enviado a alguien para investigar el origen de Jiang Haocheng, pero se sorprendió cuando escuchó que Haocheng era un xiǎo guān. ¡Hm! ¿Cómo podría un prostituto barato compararse con alguien como él? ¿Por qué a A Jiu le gustaba Haocheng? ¿Era por su hermoso rostro?

Haocheng levantó las cejas ante la declaración, pero no estaba enojado. El prostituto era Hao Yue, no él. Además, ¿y si hubiera sido un prostituto? Ni que fuera pena capital.

—No mereces estar con A Jiu.— Declaró con arrogancia Zhao Tianlin. —Si continúas a su lado solo la convertirías en un hazmerreír y la humillarías. Deja en paz a mi prometida.—

Haocheng quería reír. ¿Zhao Tianlin pensó que eso lo avergonzaría? Qué estúpido.

—Así que no la merezco. ¿Pero crees que tu sí?— Dijo con burla Haocheng, mientras se apoyaba cómodamente contra la pared.

—Por supuesto.— Respondió Zhao Tianlin con una nota de orgullo en su voz. Solo él podía igualar a A Jiu; tenían la misma posición social y eran amigos de la infancia.

—¿Todavía eres virgen?— Preguntó repentinamente Haocheng.

—¿Qué?— Tianlin se vió desconcertado. Por un momento no entendió de lo que estaba hablando.

Haocheng parpadeó, sus ojos de fénix repentinamente perecieron tímidos.

—Bueno, le di mi primera vez a Xiaojiu.— Técnicamente no estaba mintiendo, la virginidad de Hao Yue fue dada a Danning. —¿Qué pasó con la tuya? Solo puedo suponer que se la diste a una mujer en un burdel.—

Recordó este tipo de argumento en las novelas de artes marciales de su época. Al ver la mirada de incertidumbre de Tianlin, supuso que tenía razón.

—Entonces, ¿quién entre nosotros es más compatible con Xiaojiu? ¿Dices que te gusta, pero te metes con otras mujeres?— Dijo Haocheng con cierto desdén.

—¡Tú!— Tianlin estaba tan furioso que apenas podía unir palabras. —Eres solo un xiǎo guān...—

—¿Qué pasa con eso?— Haocheng le preguntó burlonamente a Tianlin. —No he matado a nadie, no he violado la ley. Incluso ser un xiǎo guān es ganarse la vida con honestidad. Cuando me investigaste, ¿descubriste cómo conocí a Xiaojiu?—

Observó el rostro de Tianlin ponerse verde, y la hermosa sonrisa de Haocheng se hizo aún más encantadora, perdiendo el miedo a la muerte.

—¿Quizás has escuchado la frase "fuera del barro pero sin manchas"? Tenía tan grandes ambiciones, y para protegerme no dudé en ahorcarme. Pero sobreviví a eso y tuve que luchar para escapar. Así tuve la suerte de ser rescatado por Xiaojiu y llegar a conocerla. Así se le dice cuando una buena persona obtiene buenas recompensas.—

La expresión de Zhao Tianlin se volvió progresivamente más fea mientras Haocheng seguía hablando. Realmente no podía refutarlo. Pero podía burlarse de él.

—Es una pena que hayas salido de los pasillos de la alegría*, sabes cómo hablar.

(N/T: *Prostíbulo.)

—Por supuesto, ¿de qué otra forma podría haber conseguido el corazón de Xiaojiu?— ¿Quiere pelear? ¡Ese Zhao Tianlin era diez años más joven en experiencia!

—¡Jiang Haocheng!— Su respuesta enfureció a Tianlin. Parecía lo suficientemente enojado como para matarlo. Los celos le habían puesto los ojos rojos y comenzaba a parecer más irracional.

—¡Oye!— Sintiendo el repentino peligro, Haocheng dio un paso atrás. —No sería bueno que me toques, si lo haces, Xiaojiu no te perdonará.—

Sus palabras trajeron de vuelta a Tianlin. De hecho, dañar a Jiang Haocheng ahora solo haría que A Jiu lo odie.

—¡Ja! Escondiéndote detrás de una mujer, ¡no eres un verdadero hombre!— Resopló con desdén.

—Está bien, no tengo problemas siendo un niño detrás de Xiaojiu.— Respondió con descaro. —Ahora si me lo permites, debo entrar y alimentar a Xiaojiu.— Sacudió la bolsa llena de bollos a Tianlin y salió corriendo.

Qué espanto. Si no fuera por su mente rápida habría perdido la vida. Realmente no podían quedarse más tiempo aquí. Necesitaba preguntarle a Xiaojiu cuando se irían.

Haocheng palmeó su pecho, sintiendo la mirada llena de resentimiento en su espalda, un estado de pánico creció en él. Realmente necesitaba hablar con Xiaojiu.

La ira de Tianlin hervía mientras miraba a Jiang Haocheng irse. Estaba tan enfurecido que apretó el puño y golpeó la pared, quebrándola inmediatamente bajo su puño. Su bello rostro ahora era una mueca llena de celos.

Ah... Jiang Haocheng, no lo dejaría ir tan fácilmente...

—Xiaojiu, ¿cuándo nos vamos?— Le preguntó a Danning, que estaba sentada en su regazo mientras le daba de comer los deliciosos bollos. Danning abrió la boca y mordió la bola de masa a pequeños bocados y se lamía el polvo de azúcar de los labios.

—Hoy.— Respondió ella mirando las bolas de masa sobre la mesa.

Su rostro seguía inexpresivo, pero él sabía que ella quería más, así que tomó otra y se la dio en la boca.

Mientras Danning comía, de repente se preguntó dónde consiguió estos dulces.

—¿Saliste solo?— Ella tenía un ceño triste.

—Está bien, nadie me intimidó.— Bueno, al menos no en las calles, fue en el complejo donde se había topado con Zhao Tianlin, pero esa era una guerra entre hombres, no necesitaba contarle algo así a Xiaojiu.

Haocheng se distrajo viéndola lamiéndose los labios. No pudo evitar inclinar la cabeza para besar su dulce lengua, saboreando la dulzura de los frijoles rojos. Él deslizó su lengua dentro de su fragante boca y agitó suavemente la suya. Colocó su mano en su cuello y la deslizó por su túnica hasta revelar sus senos, y se detuvo ahí para sostener la carne suave y tierna.

—Hmm...— gimió ella evitándolo. Podía sentir su ardiente deseo contra sus nalgas, y se sintió un poco nerviosa. 

—Es de día...— Protestó.

—Lo sé.— Respondió él capturando de nuevo su boca. No la dejaría esconderse.

Chupó con fuerza y ​​sorbió su dulzura, ¿quién le enseñó a comer dulces tan tiernamente que lo volvían loco de lujuria?

Soltando su boca, tomó los bollos y se comió uno para luego volver a besarla, dándose cuenta de que el frijol rojo se llenaba en su boca. La aguda dulzura cubrió sus labios, lenguas y dientes, haciéndola lamer su lengua como un gatito codicioso.

Esa inocente acción despertó por completo sus deseos más obscenos, como pensar en ella lamiendo su palpitante eje...

Su mente se estaba calentando demasiado con esa idea.

Hizo que Danning lo envolviera a horcajadas y le quitó bruscamente la ropa. Él amasó y pellizcó sus tiernos senos hasta que sus pezones se volvieron sensibles y erguidos. Se llevó uno a la boca para disfrutarlo, chupándolo y mordiéndolo con locura, dejando algunas marcas de dientes en la delicada carne. 

Mientras chupaba uno, su mano estaba sobre el otro, frotando y presionando el brote endurecido contra la palma de su mano. Y usó su longitud acalorada para burlarse suavemente de sus partes íntimas, frotándose con lujuria.

Danning se mordió el labio cuando un espasmo la recorrió mientras él jugaba con su cuerpo. Haocheng continuó moviendo las caderas y chupando sus senos, hinchándolos y endureciendo sus pezones, llenándola de deleite y entumecimiento. Esa imagen obscena en la que se encontraba la hizo sentir tímida, así que cerró los ojos, pero no pudo evitar las sensaciones que la recorrían, sintió calor entre las piernas y podía percibir cómo se humedecía con el líquido que ahora le era más familiar.

Haocheng la sintió en su eje .

—Xiaojiu, estás mojada.— Dijo con una risa malvada. Él tenía una cara muy hermosa, pero pronunció esas palabras tan obscenamente que resultaba un poco chocante.

—¿Te sientes bien?— Le preguntó mientras su boca húmeda y caliente seguía probando sus pezones. Con las manos le desató la ropa para quitarle sus bragas y llegar a su sexo, hasta que sus dedos encontraron humedad, pero no se precipitó hacia ella. En cambio, tocó el núcleo frente a los pétalos, lo presionó y movió con la yema de los dedos lentamente por encima. Frotando la carne de sus pétalos intencionalmente, penetrando en ella y retirándose rápidamente.

Incapaz de resistir su provocación, sintió un picor impaciente entre sus piernas, y Danning no pudo evitar balancear sus caderas contra su mano. Sus ojos estaban nublados y llenos de impotentes súplicas, pero no se dio cuenta de que eso hacía que el lobo en Haocheng quisiera jugar aún más.

—¿Me quieres adentro?

—Sí— Suspiró.

—Entonces, si eres obediente, te satisfaceré.— Dijo con suavidad, pero tenía un brillo maligno en los ojos.

—Sí.— Respondió ella con los ojos llenos de confianza.

Haocheng sintió un poco de culpa antes de que fuera arrastrado por la marea de sus deseos. Sacó los dedos de entre sus piernas y la hizo arrodillarse ante él. Rápidamente se desabrochó los pantalones y su miembro saltó.

Mirando su deseo hinchado, Danning quedó atónita. Aunque no era la primera vez que lo veía, nunca fue desde tan cerca, no pudo evitar sonrojarse. Se preguntó qué quería que hiciera, levantó la cabeza para mirarlo, pero antes de que pudiera llegar a su rostro, la mano de él ajustó su cara para que estuviera cerca del tallo palpitante.

—Xiaojiu.— La llamó con una voz un poco ronca, temblando de la emoción. —Saca la lengua y lámeme.—

¿Lamerlo? Miró a su polla consternada. Ella no sabía cómo hacerlo y lo miró con dudas.

Haocheng recogió una bollo y lo exprimió sobre su falo. Untó el eje con el relleno y luego tocó su labio con su dedo manchado.

Danning abrió la boca inconscientemente y probó el relleno de frijol rojo en sus dedos.

—Sí, eso es todo.— Le quitó el dedo y  presionó su largo grueso miembro contra sus labios. —Vamos, es como lamer mi dedo.— Murmuró suavemente.

Danning estiró la lengua y lamió el relleno de frijoles rojos en la parte superior. Bajo la mirada ardiente y temblorosa de Haocheng, ella abrió la boca y chupó la parte superior, y luego intentó retirarse.

—¡No!— Protestó, agarrando la cabeza de ella en sus manos y empujándola contra él. —Sosténlo de nuevo, lame con tu lengua y chúpalo.—

Ella dudó por un momento, pero después chupó la gruesa longitud, lamiendo el relleno con la punta de la lengua. La dulzura del frijol rojo se mezcló con un sabor indescriptible, un poco amargo, del que no estaba segura. Alcanzó escuchar su jadeo, pero estaba insatisfecha.

Danning levantó la mirada para verlo, él tenía la boca ligeramente abierta y estaba gimiendo de éxtasis. Su mano acarició su cabeza instándola hacia adelante para que su boca se llenara con la mitad de él.

—¡Hmm!— Ella jadeó y frunció el ceño con incomodidad.

—Bien, lámelo de un lado a otro con la lengua.— La persuadió. El placer de verla con su polla en la boca hizo que su deseo se espesara.

Al ver el anhelo en sus ojos, Danning obedeció y se movió de un lado a otro con la boca mientras lo lamía.

Sus movimientos eran inexpertos, sus dientes a menudo rozaban contra él, era un poco doloroso pero lo exitaban. El calor y la humedad de su boca lo hicieron jadear fuertemente, cada vez que lo acariciaba con su lengua enviaba escalofríos a través de su cuerpo. Despertó su deseo de ver sus ojos verdes mientras lo sostenía en su boca.

Danning lo lamió y chupó durante mucho tiempo, le dolía la boca y sentía que se le habían irritado los labios, pero entre sus piernas estaba la picazón. Ella no pudo evitar frotar sus piernas juntas mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.

Incapaz de soportar su mirada implorante, Haocheng la levantó y la llevó a la mesa. Le separó sus piernas para ver su ropa interior mojada. Se los quitó bruscamente y bajó la cabeza hacia los tiernos pétalos. Sabía que a ella le encantaba cuando la besaba y lamía por todas partes, pero no podía esperar y atacó su centro directamente.

Lamió la carne húmeda y empujó sus dedos dentro de ella, estimulando su estrecho agujero y produciendo más de su dulce néctar.

—Ah~...— Gimoteó ella arqueando su espalda. Sus nalgas se levantaron de la mesa cuando su lengua caliente bebió de su flor que goteaba y chupó el capullo rojo rubí. Sus largos dedos en su cueva se retorcieron cuando él se retiró, rozando su carne y frotando su fragilidad.

—¡Ah...!— Tembló cuando sus dedos se curvaron mientras se sumergía en la lujuria.

Al comprobar que estaba lo suficientemente húmeda, Haocheng ya no pudo soportarlo, sacó los dedos y la agarró de sus caderas, sostuvo su grosor contra su entrada y se enterró profundamente dentro de ella de un solo golpe. Tan pronto como entró, se retiró y penetró ferozmente de nuevo. Su túnel de amor lo rodeó fuertemente y lo absorbió, haciéndolo incapaz de pensar correctamente.

—Jiu, eres fantástica.— Gimió él antes de besarla con fuerza. 

Su Xiaojiu no solo tenía una boca dulce arriba, su boca de abajo también era apretada y placentera, él no podía controlarse. Saqueó sus encantos con arrebato, la ocupó profundamente, provocando sus puntos débiles una y otra vez, haciéndola perder la compostura debajo de él.

Nectar goteaba desde su unión con cada empuje, puso sus dedos entre ellos para que se empaparan con el rocío de su flor. Se lamió los dedos para que su boca se manchara con sus jugos y luego la besó. Su beso fue dulce y delicioso, pero también extraño. Ella quería empujarlo, pero fue atrapada por él. De repente sintió que se introducía profundamente en el corazón de su flor. Danning se tensó al instante, y su cueva se apretó con un deseo aún más fuerte. Ella se estremeció en éxtasis final, y Haocheng se tragó su delicado suspiro en un beso.

Su ataque continuó un poco más mientras disfrutaba de las salvajes contracciones de los músculos internos de Danning. Empujó varias veces antes de sentir su ardiente liberación le llenaba en su interior.

✿✿✿

Cuando acabaron de satisfacer sus deseos a fondo, comieron y bebieron para después abandonar el complejo Zhao. Haocheng era como un cachorro perezoso acostado en el regazo de Xiaojiu y abrazando su cintura en el carruaje. No necesitaban hablar, y él estaba feliz. El único inconveniente era que Zhao Tianlin los estaba siguiendo por detrás. Pensar en él le provoco un puchero.

Había comenzado a presumir nuevamente diciendo que tenía que asistir a la Asamblea de Wulin, después de lo cual se prepararían para la boda.

Haocheng no discutió, pero arrastró a Danning en el carruaje con él para hablarle.

—Soy un poco débil y no estoy apto para conducir, y Danning está cansada desde la mañana, necesita descansar. Tendremos que molestar a Zhao-gege para proteger nuestro carruaje, por sí solo.— 

Viendo el rostro de Zhao Tianlin contraerse, se rió de buena gana. ¿Pensó que podría molestarlo con la palabra "boda"? ¡Jaja! qué idiota.

Aunque no podían dejar atrás a Zhao Tianlin,  al menos Zhao Tianjiao se quedó en el complejo por obligación. Haocheng se sintió aliviado por eso. Cuando se estaban despidiendo en las puertas del complejo Zhao, esa niña se había mostrado reacia a darse por vencida, pero como Xiaojiu estaba a su lado, no se atrevió a acercarse.

Su Xiaojiu era como un amuleto.

—Xiaojiu, ¿cuál es el propósito de la asamblea?— Cuando el carruaje salió de la ciudad, Haocheng había estado dudando, pero se decidió por preguntarle casualmente.

—Para elegir al líder de la alianza.— Copiando sus acciones pasadas, ella extendió la mano y le acarició la cabeza.

—¿No eres ya la líder de la alianza?— Haocheng agarró su mano y lamió sus dedos provocativamente

Ella cerró los ojos antes de responder.

—El líder de la alianza es elegido cada cuatro años, después de ganar en la asamblea.— Su voz transmitía cierta tensión.

A la edad de dieciocho año había salido ganadora en la última conferencia para convertirse en líder de la alianza. Pero a ella no le había interesado el puesto; solo ganó porque sus oponentes habían sido débiles. No le había importado cuando le entregaron el equipo de liderazgo. 

Al principio había querido entregárselo a su padre, que había sido el líder anterior, pero él se negó e insistió en que tenía que cumplir con su deber. Entonces, en lugar de eso, se decidió por abandonar el castillo y vagó por el país. No había vuelto a casa en cuatro años, y si no fuera por la Conferencia de Wulin, no habría regresado en absoluto.

Al mirar su expresión desconcertada, Haocheng la encontró linda y se inclinó para besarla. Sus ojos de fénix estaban llenos de sonrisas.

—Entonces, ¿dónde se celebra la asamblea?

—Guyunbao.— Luego, después de un momento, cuando se dio cuenta de que él no sabría de qué lugar hablaba, agregó, —Mi hogar.—

Haocheng se puso rígido; su corazón estaba apretado por la tensión.

—¿Entonces tus padres...?

—Viven allí.

—¡¿Qué?!— Se levantó de un salto, con los ojos bien abiertos.—Esto, cómo decirlo...— De repente estaba demasiado nervioso para hablar. ¡Mierda! ¡Iba a conocer a los suegros!

  Índice | 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario