martes, 15 de septiembre de 2020

Extra: Hijos

Ru Hua Yi → Hija mayor
Ru Heng Jing → Hijo del medio
Ru Han Xi → Hija menor

Ru Hua Yi

Su primer bebé había sido una niña exquisita que se llamaba Ru Hua Yi. Después de su nacimiento, quizás porque era la primera, Mu Rong An estuvo en cama durante dos semanas. Después, se sintió enferma y siguió acostada por un tiempo.

Finalmente a los cien días de vida de Ru Hua Yi, las personas vinieron a proponerle matrimonio y fueron rápidamente rechazadas. Más tarde, Mu Rong An y Ru Shan Yong hablaron sobre eso. Ella no quería comprometer desde la infancia a sus hijos y él estaba bien con eso, en realidad, nunca pensó en comprometer a sus hijos con nadie antes de que aprendieran a hablar y entendieran el significado de la palabra.

Como Mu Rong An todavía no se sentía muy bien, al final el que pasó más tiempo con la bebé fue el general. Cuando no estaba en el palacio por la mañana, siempre que tenía tiempo libre lo ocupaba en la habitación de su hija. 

Quizás por eso mismo, para sorpresa de todos, la pequeña se apegó más a él; a veces, cuando nadie podía hacer que la bebé dejara de llorar, él era el único que lograba calmarla. Mu Rong An, como madre, se sintió bastante traicionada y engañada. ¿Quién fue la que la llevó por nueve meses dentro suyo y tuvo que pujar todo el día para que viera la luz del mundo? ¡Qué tipo de agradecimiento era este! Pero su hija era muy linda y no podía reprender a ese bulto de alegría que siempre hacía ruidos graciosos de bebé. 

Sin embargo, lo que no era lindo era que Ru Shan Yong se metió demasiado y, antes de darse cuenta, ¡su hija aprendió a montar antes de caminar! Su primera palabra había sido "¡bak!", Un lamentable intento de llamar a su lado a Negrito. Ella llamó al caballo. ¡Al caballo! La cara de Mu Rong An fruncía el ceño y alejó a su bebé de las garras de ese terrible padre. ¡Vuelve a lo que sea que debes hacer!

Ru Shan Yong complació mucho a su primogénita y, al final, Ru Hua Yi siguió más a su padre que a su madre. Incluso cuando llegó el momento de aprender. La niña solo tuvo que quejarse un poco para que Ru Shan Yong detuviera la lección del día. En ese momento, fue la sonrisa de Mu Rong An la que se asomó más de una vez.

Mu Rong An miró a su hija encaramada en su pequeño pony, su boca estaba temblando nerviosa, tratando, realmente tratando de no mirar al hombre que aplaudía a la niña de dos años y medio. La niña insistió mucho en ello; mientras su padre se movía lentamente a su ritmo, siempre listo para atraparla si ocurriera algún percance. Sin embargo, Ru Hua Yi estaba bien asegurada sentada en una silla hecha a medida, no había mucho de qué preocuparse.

Mu Rong An dio dos ruidosos aplausos para interrumpir.

—Eso es suficiente por hoy, volvamos a tus lecciones.

La niña hizo un puchero y Mu Rong An vio que una vez más, Ru Shan Yong, era débil ante esa mirada, estaba a punto de objetar. ¡Ya es suficiente, ya había permitido que el horario de la niña se pospusiera, no iba a cancelar las lecciones!

Porque siempre despreció cabalgar, el cielo le dio una hija que vivía para eso, ¡la pequeña no se sentiría cómoda si al menos una vez al día, pasara un poco de su tiempo al lado de un caballo! Con respecto al amor de Ru Hua Yi por ellos, ¡separarla del animal era ridículamente difícil! 

Uno tenía que engañarla o convencerla, porque gritar nunca funcionó. ¡Y este poco confiable padre suyo no estaba ayudando para nada! Lamentablemente, sus deseos habían sido escuchados, y unos meses después Ru Shan Yong se tuvo que ir, siguiendo el deseo del emperador recién coronado y marchado contra el país Fen. Se perdió el tercer cumpleaños de Ru Hua Yi y también se perdió el nacimiento de su segundo hijo.

Ru Heng Jing

Su segundo hijo fue Ru Heng Jing. El proceso de parto se hizo más fácil que la primera vez. Durante su embarazo, Mu Rong An tuvo unos antojos terribles de azúcar y verduras, podía comer pasteles para el desayuno, el almuerzo y la cena. Aunque se contuvo de hacerlo tanto como pudo.

Ru Hua Yi en ese momento estaba molesta por no ver a su padre y le gustaba buscarlo por toda la mansión. Cuando pasaron los días y ella ya había volcado todas las habitaciones, comenzó a rogar para buscar también por la capital. No importaba que le dijeran que no volvería pronto. La niña temía que su padre se perdiera y no pudiera encontrar el camino de regreso a casa. Tenía que buscarlo y traerlo de vuelta ella misma, dijo. Mu Rong An solo pudo ceder y, siguiendo a su hija con guardias y algunas doncellas, tomó el carruaje e hizo algunas rondas por la capital. La niña de tres años había llorado mucho cuando no pudo encontrar a su padre en ninguna parte después de una semana y Mu Rong An pudo consolarla sólo cuando le dijo que seguramente regresaría solo. 

Tuvieron que esperar un poco. Su madre la distrajo dejándola reunirse un poco más con sus amigos y en poco tiempo, Ru Hua Yi estaba ya demasiado ocupada como para preocuparse por su padre, ¿o tal vez realmente estaba esperándolo pacientemente?... bueno, por un tiempo, antes de hablar sobre buscarlo de nuevo. Mu Rong An trató de ocuparse de su hermano. La pequeña solo había visto al bebé un par de veces sin tenerlo en sus manos.

—Yi'er, ven y toma a tu hermano en tus brazos.

—¿De verdad puedo?

—Sí, ven y siéntate aquí, abre los brazos, así... pon tu mano debajo de su cabeza.

—Es tan pequeño... Todo lo que sabe hacer es dormir.

—Es un bebé, por eso es así. Abrirá los ojos más tarde. Es más joven que tú pero te protegerá en el futuro.

—Es muy pequeño, ¿qué puede hacer?... Pero puedo protegerlo. La maestra dice que mis artes marciales son buenas.

Los labios de Mu Rong An se torcieron en una mueca pero no lo negó.

Después de que Ru Shan Yong fue a la guerra, Mu Rong An no impidió que su hija continuara con sus lecciones de equitación. Puede que a ella no le gustara, pero como su padre lo permitió, no vió nada malo en que la hija siguiera sus palabras. 

Por lo general, quien la mimaba era Ru Shan Yong y la que siempre observaba cada paso y distribuía castigos era su madre, pero desde la desaparición de su padre, su madre se volvió más indulgente e incluso le permitió aprender artes marciales, algo que su padre había le prometido anteriormente.

—Entonces deberán cuidarse bien entre ustedes dos en el futuro.— Concluyó Mu Rong An mientras el bebé abría los ojos.

A ella le gustaba mucho su hermano.

✿✿✿

Al contrario de su hermana, Ru Heng Jing era un bebé mucho más tranquilo. Casi no lloraba y le gustaba quedarse con su madre. Mientras que a Ru Hua Yi, influenciada por su padre, le gustaba más jugar con espadas y tonterías como esas. Ru Heng Jing, quien permaneció al lado de su madre todo el tiempo, al final aprendió más de sus hábitos y tocó instrumentos e incluso aprendió a dibujar. Aun así, Mu Rong An no se olvidó hacer que también entrenara artes marciales. De todos modos, con una hermana mayor tan valiente, el niño no tuvo más remedio que seguir su ejemplo.

✿✿✿

Si había una cosa de la que Ru Hua Yi estaba más orgullosa, era de su buena memoria. Mentir no es bueno. No debes mentir, le había dicho una vez su padre cuando ella acusó al caballo de hacer su propia travesura. A los cinco años, la niña hablaba con mucha seriedad y se empeñó en seguir ese consejo. Eso fue un asunto que le causó varios dolores de cabeza a la pobre de Mu Rong An.

La madre estaba angustiada, ¿por qué, a donde sea que fuera, esta hija molestaba a la gente? aunque fuera sin querer. ¿No era esto culpa del padre, que siempre le decía que no se preocupara por su entorno? ¿cómo no podía ser eso problemático? No era que le estuviera pidiendo que mintiera, ¡pero por lo menos que se callara si no tenía más que cosas desagradables que comentar!

—¡Eso no es mentir, es ser cortés!

¡¿Pero quién le pidió que tuviera una hija tan honesta opinando sobre la gente?! ¡Y ella incluso andaba haciendo comentarios sobre el príncipe!

—¡Ru Hua Yi! ¿No puedes hablar un poco menos sobre el resto? No tienes por qué ser tan directa ¿Después cómo vas a mostrarte ante cualquiera de ellos en el futuro?

—¡Pero solo estoy diciendo la verdad!

—¡No quiero escuchar excusas!

Una vez que terminó de castigar a su hija mayor, se dirigió a Ru Heng Jing, que ahora tenía dos años, para indicarle la necesidad de un discurso moderado. Sólo los cielos sabían si el niño la entendía.

Su padre regresó, cuatro años después de su partida. Su tercer bebé nació un año después de eso, una niña otra vez.

Ru Han Xi ❀ 

Ru Han Xi creció para ser un poco de los dos anteriores. Fue un poco vergonzoso admitirlo, pero ambos padres se dieron cuenta de sus errores con los dos primeros y trataron de corregirse con este.

Ru Shan Yong trató de ser menos entusiasta al enseñarle todo lo que pasara por su mente y Mu Rong An intentó ser un poco menos entrometida y darle espacio. Bueno, esa resolución no duró mucho para los dos, pero como ambos padres estaban sanos y en la capital, ambos estuvieron presentes esta vez. Al preparar a sus hijos para ingresar al palacio, Mu Rong AN no pudo resistirse a decirles una vez más a sus hijos, miró a su hija mayor y comenzó:

—Todo lo que veas no es necesariamente como realmente es. No necesitas entrometerte en los asuntos de otras personas. No vayas gritando lo que piensas a la gente. No vayas a comerte cada delicia que veas. Y tú, por favor, habla un poco más. ¿No quieres hacer algún amigo?

El niño de cuatro años era terco.

—Mientras madre esté aquí, todo lo demás no importa.— Dijo el pequeño aferrándose a la ropa de Mu Rong An como si no hubiera mañana. Ella sintió que había fallado seriamente como madre.

(Actualmente en construcción por la autora)

Ru Hua Yi y Ru Heng Jing entrenaron juntos. Teniendo ya trece años, la primogénita todavía tenía permitido continuar con su entrenamiento marcial. Cuando todo estuvo dicho y hecho, la diferencia entre la fuerza de las mujeres y la fuerza de los hombres no era algo fácil de compensar, su padre era muy consciente de eso y le había dado algunos consejos para contraatacar. Por lo general, ella evitaba el contacto directo.

Ru Heng Jing también era serio en sus clases. Por lo que en secreto, tenía una preocupación en su mente; si él era el hombre, ¿entonces por qué era menos capaz? 

A pesar de ser hijo de un general, no era varonil en absoluto, miró a su hermana mayor y no pudo evitar compararse.

"Cuida a tu hermano."

¿No era él el hombre? ¿No era él quien debía cuidarla? ¿Por qué su madre estaba invirtiendo los roles? Incluso sus amigos se sentían como hermanos mayores.

Realmente quería ganar contra su hermana alguna vez. Él era el hombre después de todo. Pero ella jamás perdió contra él.

✿✿✿

—¿Qué le estás enseñando?

—Si puedes enseñarle a montar y a pelear, ¿por qué no puedo enseñarle a cocer*?

(N/T: tengo dudas de si la autora se refiere a cocer o no, en ingles dice "titch" y no sé qué significará, encontré algo sobre "niño pequeño" pero no me hace sentido. Pero por ahora lo dejaré así.)

La cara del niño estaba roja, —¿te gusta eso?—

—Se trata de coordinación.

Las tonterías que él decía, —está bien.— No estaba mal con eso. Aunque estaba preocupado.

Ru Shan Yong fue y buscó a alguien que le enseñara con la lanza.

✿✿✿

En el bosque

—Todavía soy mayor que tú, así que sé obedientemente y déjame cuidarte.— Ru Hua Yi suspiró un poco.

—Crece un poco más y déjame cuidarte por el momento.

—El día en que puedas ganarme será el día en que dejaré que me cuides...

—... Eso... eso no es justo—, dijo él sonrojándose, su confianza para ganar contra ella no era tan grande.

Su hermano sería genial en el futuro, ¡estaba segura de eso!

✿✿✿

—¿Estás llorando?

—No, soy un hombre, los hombres no lloran.

—¡Tonterías! ¿Qué tiene de bueno contenerse? Si quieres llorar, llora todo un río o lo que haga falta, y cuando termines puedes secar tus ojos y seguir llorando si quieres. ¡Nunca te rindas ni dejes de intentar superarte!

Y así, se hizo una extraña escena del hijo del general con ojos rojos pero sosteniendo su brazo con determinación y listo para seguir peleando.

✿✿✿

Ru Hua Yi escuchó lo que dijo ese niño, así que fue y lo golpeó. Al oír los rumores, Ru Shan Yong se echó a reír y su esposa lo pellizcó, por lo que su risa se contuvo y se convirtió en tos, su voz quería ser severa pero aún estaba llena de diversión, trató de regañar a su hija mayor, pero en realidad, fue más como si se estuviera riendo, así que no hubo impacto. Mu Rong An tomó el asunto en sus manos y fue quien dio un castigo más real.

—¿Estabas enojada? ¿Desde cuándo esa es una razón válida para lastimar a la gente?

—No estaba enojada, solo...

—Un caballero usa su boca, no sus puños.— Entonces Mu Rong An misma vio lo incorrecto en sus palabras.

✿✿✿

—Olvídalo. La persona ya dejó su espada en casa. Preguntemos por una cosa a la vez.

✿✿✿

—No es que madre no quiera, pero... casarse... ¿no es mejor casarse con alguien que cuidará de ti en esta vida, sin separarse ni despedirse? No tiene que ser alguien impresionante, siempre y cuando se preocupe por ti lo suficiente, mamá estaría feliz.

—... Eso, ¡madre realmente entendiste mal!

—¿Ah, si?

Tal vez no tenía que preocuparse por ese tema por el momento.

✿✿✿

El matrimonio era algo para toda la vida de su hija y Mu Rong An quería una vida tranquila para su bebé. El hombre con el que se iba a casar no tenía que ser excelente o un alto funcionario, podría serlo, y si era posible, ella preferiría a alguien que lo pensara dos veces antes de ofender a la familia Ru. Si su niña pudiera ser la única mujer en la casa, sería perfecto.

Hacer ese tipo de preguntas o tener ese tipo de deseos no era algo considerado normal.

Preferiría que se casara con alguien que no viviera muy lejos con tal de poder seguir viéndola. Tampoco debería de tener una casa pequeña, ella quería que su hija pudiera disfrutar de los lujos también.

Ru Hua Yi no quería escuchar sobre el tema. Quizás por orgullo o por rebeldía terminó enojandose e hizo oídos sordos a partir de ahí. Mu Rong An sabía que contrariamente a ella a esa misma edad, su hija mayor era más sabia sobre el mundo, por lo que no estaba realmente preocupada.

—Aunque ese es mi deseo,— continuó Mu Rong An, —sin importar la identidad de la persona, siempre que sepa cómo tratarte bien y apreciarte, esta madre lo aceptará.

Al ver que su madre aún no terminaba con el tema, Ru Hua Yi finalmente dijo:

—Debería ser de una belleza incomparable y con artes marciales fuera de este mundo, incluso con habilidades superiores a las de padre, su casa debe ser enorme y no puede tener a nadie más en su patio que no sea yo. Debería conocer el respeto y...

Al ver a su madre tan de acuerdo, el corazón de Ru Hua Yi se agrió y le picó la nariz, sus ojos se pusieron ligeramente rojos.

—Madre, estoy diciendo tonterías.

—Es bueno que seas consciente de eso.

—¿No me vas a reprender y castigar?

—¿Por qué?

Se le agrió la nariz y casi se le cayeron las lágrimas, enterrando su cabeza en el abrazo de su madre. 

—Gracias.

✿✿✿

—Em... ¿crees que ella golpearía a esa persona?

—¿Y lastimar sus pequeñas manos en el proceso? ¡No lo permitiré! Ella puede acudir a mí, este padre la ayudará a vencerlo personalmente.

—¡Cómo puedes decir seriamente tantas tonterías!

Su esposa podía hacerse la inocente por ahora, pero si se daba el caso, él sabía que quien reclamaría más la sangre del sujeto, sería esta madre aparentemente tan gentil.

✿✿✿

—¿Debería decir que está delicioso?

—¿Hay alguna otra respuesta?

—¡Escuché que ella golpeó a alguien!

—Si es ella, no me importa que me golpeen un poco.

—Tienes gustos muy intensos.

✿✿✿

—Es que... no quiero que se sienta en deuda conmigo ni nada, pero todavía quiero que sepa que fui yo.

—Oh, ¿quieres que él venga y diga gracias?

Por primera vez, Ru Hua Yi se sonrojó de un rojo intenso.

La hermana menor, Ru Han Xi, encontró un gato.

✿✿✿

Al comienzo de la tarde, un poco después de comer, la residencia del general estaba animada. El sonido proveniente del guqing que tocaba la primogénita, era bastante... único, amenazante y totalmente sorprendente como para poder venir de ese instrumento.

¿Qué tan malo podía ser? el gatito que encontró la señorita no estaba dispuesto a quedarse en su misma habitación. La pequeña cosa había maullado amenazadoramente al instrumento antes de huir al ver que no se detenía el sonido. La pequeña Ru Han Xi estaba luchando contra el impulso de proteger sus pequeños y frágiles oídos, mientras que el joven Ru Heng Jing era el más tranquilo; aunque lo delataba su expresión cuando apretaba las manos a los costados y sus cejas temblaban de vez en cuando cuando escuchaba las notas altas.

La persona más tranquila seguía siendo su madre, quien, con una sonrisa en su rostro, observaba a su hija mayor tocar su recién comprado guqing.

De repente, cuando aumenta el tempo, la pequeña señorita no pudo soportarlo más.

—No toques más, por favor, detente.— Rogó lastimosamente la hermana menor.

La mortal canción se detuvo. Toda la casa pareció dar un suspiro de alivio. La hija mayor sonrió brillantemente y miró expectante a su madre, al ver la sonrisa que mostraba, le preguntó con anticipación:

—¿Cómo estuvo?— Fue como si no hubiera escuchado a su hermana rogarle que detuviera la tortura.

La sonrisa de Mu Rong An se iluminó un poco más antes de abrir la boca, y su gentil rostro nunca lo traicionó.

—Horrible.— Declaró la madre sin piedad. —Era como si los cerdos y las gallinas estuvieran siendo sacrificados y rogaran misericordia.—

El segundo hijo se rió un poco.

—¿Entonces, por qué estás tan feliz?— Preguntó Ry Hua Yi, su expresión se había vuelto agria.

—Porque estás dispuesta a tocar. Cuando eras más joven ni siquiera te sentabas para que te pudiera enseñar nada, y tu padre siempre escuchaba todos tus caprichos, así que era imposible forzarte y para cuando se fue ese tiempo, no podía soportar forzarte tampoco. Ahora que finalmente quieres aprender por ti misma me alegra mucho.

✿✿✿

—Mírame, soy tan vieja que mi hija se va a casar.

—¿Qué estás diciendo?— Le susurró su esposo, cuando un recuerdo de hace mucho tiempo le vino a la mente, —¿No eres todavía joven y eterno a mis ojos?—

✿✿✿

Ru Han Xi estaba angustiada.

—Tonterías, tu padre y yo siempre estaremos aquí.

—Tu madre ya dijo mucho, ¿hay algo que agregar? Escucha bien sus palabras, nunca dudes de que siempre estaremos allí para ti, y si ya no lo estamos, entonces lo estarán tus hermanos con quienes deberías confiar mutuamente, para los buenos y malos momentos.

Fin del extra 2~ 

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12 comentarios:

  1. Que linda historia !! Gracias por traducirla ❤

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  2. Me encantó. Muchas gracias por el trabajo de traducción.

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  3. Excelente historia preciosa y todo 7u7b

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  4. Mil gracias
    Preciosa historia me encanto tu trabajo

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  5. Presiosa historia, y lo mejor la protagonista nunca se rindió

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  6. 100/10 MUCHAS GRACIAS POR TRADUCIR!!!!

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  7. La estuve buscando por mucho tiempo, la leí y quede fascinada con la trama, poder conocer la perspectiva del villano, muchas gracias \(*o*)/

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  8. ¡Genial historia! Muchas gracias por la traducción n.n.

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  9. Después de dos años y aún me sigue gustando está historia

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  10. Simplemente hermoso, gracias 😍

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  11. Ame tanto la historia 😭

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  12. Amo a las villanas 😂 fue una historia única

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